viernes, 30 de abril de 2010

Diaris: El mite de la independència periodística

“Pesa les opinions, no les comptis” - Lucio Anneo Séneca -

D’un temps ençà, les editorials i articles dels principals diaris que es publiquen a Catalunya quan tracten de l’Estatut, lluny de seguir el camí de la prudència i l’equidistància informativa, constitueixen veritables crides a la rebel•lió ciutadana en contra del Tribunal Constitucional.

Aquesta recent animositat dels diaris en contra d’una institució de l’Estat i en recolzament dels interessos polítics del govern tripartit és fruit de seva dependència econòmica del poder públic per la seva supervivència en el mercat de la comunicació, en el que cada dia perden lectors i quota publicitària.

Les dades objectives ens ho deixen ben clar. Tots aquests diaris viuen i sobreviuen gràcies a les subvencions de la Generalitat de Catalunya. Sense les milionàries subvencions, tots o gairebé la majoria haurien tancat fa anys.

El diari El Punt, durant l’any 2008, va rebre una subvenció de 1.818.920.- euros. Això equival a 70 euros per cada exemplar venut. L’any 2008 la versió digital del diari El Punt va rebre una subvenció de 374.920.- € i de 276.198.- euros l’any 2007. El mateix grup ha rebut en el període 2002-2008 en subvencions un total 17.6172.664.- euros, el que equival a gairebé 3.000 milions de pessetes.

L’Avui va percebre l’any 2008 una subvenció de 1.403.999.- euros, però ja, sota el govern de CiU, l’any 2003 va rebre més de 6 milions d’euros a través de la fundació que el controlava i va obtenir un crèdit de 5 milions d’euros de d’Institut Català de Finances.

L’any 2008 El Periódico va rebre una subvenció de 1.780.000.- euros, Regió 7 de 353.754.- euros i El 9 Nou de 140.263.- euros. El Diari de Girona va rebre una subvenció de 280.539.- euros, que equival a 34,80.- euros per exemplar venut.

La Vanguardia depèn de les subvencions, però també de forma substancial de les subscripcions de la Generalitat. La Generalitat és el primer subscriptor de La Vanguardia amb un mínim de 16.000 subscripcions, segons dades de 2003, el que suposa un ingrés de 5.600.000.- euros cada any, només per aquest concepte. Cal recordar que La Vanguardia durant l’exercici 2008 va tenir pèrdues d’explotació de 12,74 milions d’euros i va reduir els ingressos un 18,6%.

Es clar que tots aquest diaris viuen de donar suport al muntatge institucional creat pels governs de CiU i el tripartit i, per tant, estan al servei de qui els paga i els manté. L’actual premsa escrita a Catalunya és una mostra de periodisme servil vers el govern de la Generalitat, si es que mereix el nom de periodisme, i no és un exemple de periodisme independent ni de servei a la informació veraç, segons el que estableix l’article 20 de la Constitució, que és el que els ciutadans demanem als mitjans de comunicació.


Diarios: El mito de la independencia periodística

“Pesa las opiniones, no las cuentes” - Lucio Anneo Séneca -

Desde hace un tiempo, las editoriales y artículos de los principales periódicos que se publican en Cataluña cuando tratan del Estatuto, lejos de seguir el camino de la prudencia y la equidistancia informativa, constituyen verdaderos llamamientos a la rebelión ciudadana en contra del Tribunal Constitucional.

Esta reciente animosidad de los periódicos en contra de una institución del Estado, en apoyo de los intereses políticos del tripartito, es fruto de su dependencia económica del poder público para su supervivencia en el mercado de la comunicación, en el que cada día pierden lectores y cuota publicitaria.

Los datos objetivos nos lo dejan muy claro. Todos estos periódicos viven y sobreviven gracias a las subvenciones de la Generalitat de Cataluña. Sin las millonarias subvenciones, todos o casi todos habrían cerrado hace años.

El diario El Punt, durante el año 2008, recibió una subvención de 1.818.920.- euros, lo que equivale a 70 euros por cada ejemplar vendido. El año 2008 la versión digital del diario El Punt recibió una subvención de 374.920.- euros y de 276.198.- euros el año 2007. El mismo grupo ha recibido en el período 2002-2008 en subvenciones un total 17.6172.664.- euros, lo que equivale a casi 3.000 millones de pesetas.

El diario Avui recibió el año 2008 una subvención de 1.403.999.- euros, pero ya bajo el gobierno de CiU, el año 2003 recibió más de 6 millones de euros a través de la fundación que el controlaba y obtuvo un crédito de 5 millones de euros del Institut Català de Finances.

El año 2008 El Periódico recibió una subvención de 1.780.000.- euros, Regió 7 de 353.754.- euros y El 9 Nou de 140.263.- euros. El Diari de Girona recibió una subvención de 280.539.- euros, que equivale a 34,80.- euros per ejemplar vendido.

La Vanguardia depende de les subvenciones, pero también de forma sustancial de las suscripciones de la Generalitat. La Generalitat es el primer suscriptor de La Vanguardia con un mínimo de 16.000 suscripciones, según datos de 2003, lo que supone un ingreso de 5.600.000.- euros cada año, sólo por este concepto. Hay que recordar que La Vanguardia durante el ejercicio 2008 tuvo pérdidas de explotación de 12,74 millones de euros y redujo sus ingresos un 18,6%.

Está claro que estos diarios viven de dar apoyo al montaje institucional creado por los gobiernos de CIU i el tripartito y, por tanto, están al servicio de quien les paga y les mantiene. La actual prensa escrita en Cataluña es una muestra de periodismo servil al gobierno de la Generalitat, si es que merece el nombre de periodismo; y, por tanto, no es un ejemplo de periodismo independiente ni de servicio a la información veraz, según lo establecido en el artículo 20 de la Constitución, que es lo que los ciudadanos demandamos a los medios de comunicación.

sábado, 17 de abril de 2010

CARTA ABIERTA A ISABEL CLARA SIMO

Sra. Simó,

Leí su artículo “Sobre españolistas” y permítame darle respuesta.

Su egocentrismo nacionalista hace que toda la realidad, hasta los fenómenos naturales, los explique en la dinámica de enfrentamiento con España y eso le lleva a pensar enfermizamente que UPyD se constituyó por anticatalanismo, para destruir una lengua y someter a Cataluña. Su rabia intelectual le impide analizar con un mínimo de objetividad y rigor las razones de la aparición y pujanza de UPyD en toda España, también en Cataluña.

UPyD es un partido nacido para posibilitar la igualdad real de todos los ciudadanos en el ejercicio de sus libertades, garantizar la unidad institucional y la coordinación legal y fiscal del Estado y la optimización de los servicios públicos.

Usted es muy libre de elegir el camino del odio hacia todo aquel que piense distinto, pero no intente que sus obsesiones sean compartidas por todos los catalanes; pues, la realidad es muy tozuda y en este caso la mayoría de los catalanes no queremos vivir en la frustración permanente que nace de una falsa confrontación con España, sino que queremos ser naturalmente catalanes y españoles, sin que ambas cosas sean contradictorias ni excluyentes.

Su recurrencia a los lugares comunes del discurso independentista ponen de manifiesto la pobreza de los argumentos para enfrentarse dialécticamente a las fuerzas políticas que, como UPyD, se atreven a poner en cuestión las falacias nacionalistas que no tienen otra intención de enfrentar la sociedad catalana y sacar provecho –unas veces político, otras económico- de atizar el fuego de la intransigencia y el sectarismo.

Vivimos con naturalidad nuestra catalanidad dentro de España, sin que ser catalanes nos impida sentirnos españoles y viceversa. Quizás será necesario que se convenza que este es el sentimiento mayoritario de los catalanes y deje sus manías para sus novelas donde la ficción encontrará mejor acomodo.

Usted está gravemente desinformada; conviene que no crea todo lo que aparece en internet y, mucho menos, aquello que aparece en “confidenciales” donde es fácil pasar moneda falsa por buena. En UPyD en Cataluña no ha habido ninguna dimisión masiva de militantes, salvo que considere ello que unas seis personas, por no encontrar el protagonismo que deseaban, hayan causado baja del partido para fundar un movimiento con unas bases ideológicas totalmente distintas. Conviene que sepa que UPyD es el partido con mayor democracia interna y garantías democráticas (elecciones primarias internas, limitación de cargos y mandatos, código de buenas prácticas políticas) que cualquier otro partido en España. Le garantizo que podría aprender alguna cosa de nuestro partido.

Su nacionalismo estéril está abocado a hacer de Cataluña un país pequeño, empobrecido, endogámico y acomplejado, mientras que desde UPyD queremos que Cataluña sea un país competitivo en un mundo globalizado, rico y que viva gozosamente la pluralidad y la diversidad de la sociedad catalana.

A diferencia de usted no nos da miedo la libertad en todos los ámbitos de la vida y, por tanto, no nos da miedo que los ciudadanos tengamos la libertad de decidir la lengua en que queremos expresarnos, en la que queremos tener nuestras relaciones sociales, económicas y empresariales y la que queremos que estudien nuestros hijos.

Lamento decirle que tendrá que irse acostumbrándose a ver y oír la voz de UPyD en Cataluña, pues somos muchos catalanes que tenemos claro que debe haber en el Parlamento de Cataluña, como ya está en el Parlamento vasco, la voz de los ciudadanos que queremos vivir en un país de ciudadanos libres e iguales.

Ramon de Veciana Batlle

Miembro del Consejo de Dirección nacional de UPyD


CARTA OBERTA A ISABEL CLARA SIMO

Sra. Simó,

Vaig llegir el vostre article “Sobre espanyolistes” i permeti’m donar-li resposta.

El seu egocentrisme nacionalista fa que tota la realitat, inclusiu els fenòmens naturals, els expliqui en la dinàmica d’enfrontament amb Espanya i això li duu a pensar malaltissament que UPyD es va constituir per anticatalanisme i per destruir una llengua i sotmetre a Catalunya. La seva ràbia intel·lectual li impedeix analitzar amb un mínim d’objectivitat i rigor les raons de l’aparició i pujança d’UPyD a tot a Espanya, també a Catalunya.

UPyD és un partit nascut per possibilitar la real igualtat de tots els ciutadans en l’exercici de les seves llibertats, garantir la unitat institucional i la coordinació legal i fiscal de l’Estat i l’optimització dels serveis públics.

Vostè és molt lliure d’escollir el camí de l’odi vers tot aquell que pensi diferent, però no intenti que les seves obsessions siguin compartides per tots els catalans; doncs la realitat és molt tossuda i en aquest cas la majoria dels catalans no volem viure en la frustració permanent que neix d’una falsa confrontació amb Espanya, sinó que volem ser naturalment catalans i espanyols, sense que ambdues coses siguin entre si contradictòries ni excloents.

La seva recurrència als llocs comuns del discurs independentista posen de manifest la pobresa dels arguments per enfrontar-se dialècticament a les forces polítiques, com UPyD, que gosem posar en qüestió les fal·làcies nacionalistes que no tenen altra intenció que enfrontar la societat catalana i treure’n profit –unes vegades polític, altres econòmic- d’atiar el foc de la intransigència i el sectarisme.

Vivim amb naturalitat la nostra catalanitat dins Espanya, sense que ésser catalans ens impedeixi sentir-nos espanyols i viceversa. Potser cal que és convenci que aquest és el sentiment majoritari dels catalans i deixi les seves dèries per les seves novel·les on la ficció trobarà millor acomodament.

Vostè està greument desinformada; convé que no cregui tot el que apareix a internet i, molt menys, allò que apareix als “confidencials” on és fàcil passar moneda falsa per bona. A UPyD a Catalunya no hi ha hagut cap dimissió en massa de militants, llevat que consideri que unes sis persones, per manca de trobar el protagonisme que desitjaven, haguessin causat baixa al partit per fundar-ne un moviment amb unes bases ideològiques totalment diferents. Cal que sàpiga que UPyD és el partit amb més democràcia interna i garanties democràtiques (eleccions primàries internes, limitació de càrrecs i mandats, codi de bones pràctiques polítiques) que cap altre partit a Espanya. Li garanteixo que podria aprendre alguna cosa del nostre partit.

El seu nacionalisme bord està abocat a fer de Catalunya un país petit, empobrit, endogàmic i acomplexat, mentre que des de UPyD volem que Catalunya sigui un país competitiu en un món globalitzat, ric i que visqui joiosament la pluralitat i diversitat de la societat catalana.

A diferència de vostè no ens fa por la llibertat en tots els àmbits de la vida i, per tant, no ens fa por que els ciutadans tinguem la llibertat de decidir la llengua en la que volen expressar-nos, en la que volem tenir les nostres relacions socials, econòmiques i empresarials i en la que volem que els nostres fills estudiïn.

Lamento dir-li que tindrà que anar acostumant-se a veure i sentir UPyD a Catalunya, doncs som molts dels catalans que tenim clar que cal que hi hagi al Parlament de Catalunya, com ja ho és al Parlament basc, la veu dels ciutadans que volem viure en un país de ciutadans lliures i iguals.

Ramon de Veciana Batlle

Membre del Consell de direcció nacional d’UPyD

viernes, 2 de abril de 2010

La corrupción a la catalana

La corrupció a la catalana

El President Pujol, en declaracions fetes justament el dia abans que el jutge Garzón registrés l’Ajuntament de Santa Coloma de Gramenet, premonitoriament va marcar el guió que es desenvoluparia políticament a Catalunya vers la corrupció: “Si entrem aquí prendrem molt de mal. jo hi tindria una resposta fàcil. Li podria dir: 'aquests van donar tant a tal, aquests van donar tant a tal...' i aleshores, tots els casos són diferents, però tots farien una mica de ferum. No entrem en aquest tema. Bé, si cal entrar-hi, hi entrarem, però jo crec que no hi haig d'entrar, encara que si hi haig d'entrar jo també hi entro”. Són potser les declaracions més escandaloses fetes per un ex-President de la Generalitat en relació a la corrupció, amb una inversemblant actitud d’encobriment. I, tal i com va passar amb la famosa acusació de Maragall “Vostès tenen un problema i aquest problema es diu tres per cent”, tot ha quedat en un foc d’encenalls, en un no-res.

Ràpidament, els partits anomenats parlamentaris, veient que les investigacions i auditories per assolir la veritat de la gestió dels Ajuntaments, Diputacions i Generalitat en temes urbanístics i de contractació pública, només els hi pot portar la pèrdua de vots i de la seva hegemonia degudament assegurada per la Llei electoral, s’han limitat a fer uns petits actes de contrició consistents en suspendre de militància als detinguts i a fer solemnes declaracions en contra la corrupció. Res més. Això és tot.

Però si anem als antecedents més immediats dels dos partits majoritaris, PSC i CiU, la realitat desmenteix aquestes manifestacions de radicalitat contra la corrupció, doncs es comprova que donen empara moral i recer a membres importants dels seus partits que s’han vist involucrats en escàndols i condemnes per corrupció, els que no només encara són militants, sinó que ocupen càrrecs de responsabilitat en aquests partits.

Josep Maria Cullell, Conseller de la Generalitat del govern Pujol que va dimitir per la seva intermediació en la requalificació dels terrenys del seu cunyat a St. Pere de Torelló, és actualment President del Consell assessor de CDC, i Josep Maria Sala, executòriament condemnat pel Tribunal Suprem per un delicte d’associació il·lícita, actualment és membre de l’executiva del PSC. I com no recordar també la vergonyosa i tèbia actitud del Sr. Montilla, la Sra. Manuela de Madre, del Sr. Iceta i del Sr. Zaragoza en el cas FILESA. Fets; no paraules, Sr. Montilla. Espanya, només en sis anys, del 2002 al 2008, ha baixat vuit llocs en el rànking de índex de percepció de la corrupció, per darrera de Chile, Uruguai, Estònia i Eslovènia.

Ara si que és el temps dels fets, i no de les paraules.

La corrupción a la catalana

El Presidente Pujol, en declaraciones hechas justo el día antes que el juez Garzón registrara el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramanet, premonitoriamente, marcó el guión que se desarrollaría políticamente los días siguientes en Cataluña en relación a la corrupción: “Si entramos aquí nos haremos daño. Yo tendría una respuesta fácil. Le podría decir: `Estos dieron tanto a tal, aquellos dieron tanto a tal...´ y entonces, todos los casos son distintos, pero haríamos un poco de peste. No entremos en este tema. Bien, y si hay que entrar, entraremos; pero yo creo que no debo entrar, aunque si debo entrar yo también entro”. Son quizá las declaraciones más escandalosas hechas por ex-presidente de la Generalidad en relación a la corrupción, con una insólita actitud de encubrimiento. Y tal como pasó con la famosa acusación de Maragall “Ustedes tienen un problema y este problema se llama tres por ciento”, todo quedará en fuegos de artificio, en nada.

Rápidamente, los partidos llamados parlamentarios, viendo que las investigaciones y auditorias para conocer la verdad de la gestión de los Ayuntamientos, Diputaciones y Generalidad en temas urbanísticos y de contratación pública, sólo les puede comportar la pérdida de votos y de su hegemonía debidamente asegurada por la Ley electoral, se han limitado a hacer pequeños actos de contrición consistentes en suspender de militancia a los detenidos y hacer solemnes declaraciones en contra de la corrupción. Nada más. Eso es todo.

Pero si vamos a los antecedentes más inmediatos de los dos partidos mayoritarios, PSC y CIU, la realidad desmiente estas afirmaciones de radicalidad contra la corrupción, pues se comprueba que ambos dan amparo moral y cobijo a miembros importantes de sus partidos que se han visto involucrados en escándalos y condenas por corrupción, quienes no sólo todavía son militantes, sino que ocupan cargos de responsabilidad en estos partidos.

Josep Maria Cullell, Consejero de la Generalidad del gobierno Pujol que dimitió por su intermediación en la recalificación de terrenos de su cuñado en Sant Pere de Torelló, actualmente es presidente del Consejo Asesor de CDC y José María Sala, ejecutoriamente condenado por el Tribunal Supremo por un delito de asociación ilícita, actualmente es miembro de la ejecutiva del PSC. Y como no recordar también la vergonzosa y tibia actitud del Sr. Montilla, Sra. Manuela de Madre, Sr. Iceta y del Sr. Zaragoza en el caso FILESA. Hechos; no palabras, Sr. Montilla. España en sólo seis años, del 2002 al 2008, ha bajado ocho puestos en el ranking del índice de percepción de la corrupción, por detrás de Chile, Uruguay, Estonia y Eslovenia.

Ahora sí que es el tiempo de los hechos y no de las palabras.